Esta era la situación al momento de decidir como se continuaría:


Fotos de la pierna y del pié del 25 de setiembre de 2008 que muestran claramente cual era la situación.
La primera aplicación de amnios:

En febrero del 2009 la situación era la siguiente, se había avanzado en la regenración de las partes blandas pero quedaba dos dudas, las vascularización ósea, fundamentalmente, con la necesidad de realizar injerto óseo y si bien se había logrado un gran avance en la cobertura del hueso quedaba un pequeño sector para cubrir.


Fotos del 2 de Febrero del 2009. Ampliada la herida y la exposición ósea a la izquierda.
El 13 de Febrero del 2009 se decide hacer un centellograma para determinar si existía o no vascularización ósea o si se trataba de hueso necrosado por el período prolongado de exposición, casi seis meses.

Centellograma de cuerpo entero con Tg99, se observa la captación aumentada en foco de fractura de la pierna izquierda.
En forma mas detallada se observa la vascularización que persistía luego de seis meses de exposición ósea con fijadores externos, y con cuatro meses de curación con aplicaciones de amnios.


Los espacios que pueden parecer vacíos corresponden al tubo del fijador externo.
El 20 de febrero y en base a este estudio se decidió realizar injerto óseo, que se tomó de la propia pierna y de la meseta tibia, ya que la paciente presenta gran cantidad de cicatrices por un lado, y a lo efectos de reservar la cresta ilíaca por la eventualidad de un fracaso de este injerto y que requiriera otro.
Tambíen el Dr. Gomez, Cirujano Plástico del Hospital de Salto, le realizó una rotación del tibial anterior con un pequeño colgajo de piel para cubrir el hueso en forma definitiva y en simultáneo con el injerto óseo, quedando en la siguiente situación:
Consideración aparte merecen las diferencias en la cicatrización utilizando parches sintéticos versus aplicaciones de amnios, donde podremos observar la diferencia en este período mas prolongado de observación que llega a un mes.